¿Qué es el biohacking y cómo podría “convertirte” en Jedi?
Star Wars es nuevamente el culpable…
Todo fan de la saga Star Wars ha deseado alguna vez tener los poderes de los protagonistas: los Jedi. Pero estas habilidades no se pueden aprender en el mundo real, frustrando los deseos de millones de personas en el globo.
¿Podría ser entonces la tecnología una salida para lograr que las personas tengan “poderes” similares a los de sus personajes favoritos?
Al parecer sí. La respuesta es el biohacking y ya está causando sensación en Australia.
EL PODER DE STAR WARS EN TUS MANOS
Para entender la relevancia que ha logrado el biohacking en Oceanía debemos conocer uno de los casos que más comentarios ha generado estos últimos meses: la historia de Shanti Korporaal, una jovencita de 27 años que realmente adora la saga de George Lucas.
Shanti conoció el biohacking casi de casualidad, luego que esta propuesta de integración tecnológica y biológica se hiciera popular en los Estados Unidos. La premisa de trabajo era curiosa: insertar dispositivos – chips en el cuerpo (especialmente las manos) para que las personas puedan interactuar directamente con equipos electrónicos, sin hacer contacto directo con ellos.
Shanti decidió probar esta propuesta, y también programó los electrodomésticos y artículos de su hogar (como puertas y ventanas) para que respondieran directamente a los sensores de los chips que tenía en sus manos. De esta manera, con un solo movimiento de sus extremidades, podía obtener diversas respuestas en sus aparatos, abrir los accesos e incluso cerrar las ventanas. La fuerza… tecnológica.
¿Pero cómo se implantan estos chips y cómo funcionan?
El proceso es sencillo. La persona interesada debe acudir a un lugar especializado en el tema. En Australia incluso los centros de tatuajes pueden hacer esta labor. Allí deberán insertarse bajo la piel ambos chips: el chip RFID que concentra un sensor para realizar actividades específicas, y el NFC que almacena datos de tu salud y de tu persona, para interactuar con dispositivos. Los chips envían comandos a los dispositivos que pueden recepcionar estas indicaciones, permitiéndote interactuar con ellos sin tocarlos.
El procedimiento se está volviendo tan popular que no es difícil encontrar kits para implantarse los chips uno mismo en casa, e incluso tutoriales para convertir todo tu hogar en un centro de control automático.
¿Así quién no se sentiría un Jedi?
OJO, PESTAÑA Y CEJA
No te emociones mucho. Si tú también quieres seguir esta onda es importante que tengas en cuenta que, como toda perforación, también tiene sus riesgos. Así que infórmate correctamente al respecto y evalúate con un especialista de ser posible.
Así como va esta propuesta, seguramente en unos meses veremos que se ofrecerá este servicio en nuestro país. Será interesante ver hasta qué punto podemos llevar el término “handsfree” a nuestras vidas.
Para pensarlo.
Saludos.
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